¿Qué significa ser life coach para mi?

 

Hay personas que transmiten confianza, una confianza que no se basa en el conocimiento, o en una posición de autoridad o de referencia…   Son, en la mayoría de los casos, personas que tienen una sensibilidad innata que les permite ser muy buenos receptores de lo que ocurre a su alrededor y que por lo mismo, conectan, un poco sin querer, con quienes se topan en la vida.

Este suele ser mi caso…   Mi hija mayor a menudo me dice: “¿Mami, porqué la gente te cuenta todo?  No importa si estás en la fila de un banco, o esperando entrar a una cita donde el doctor, al final la gente te cuenta su vida y milagros, ¡qué raro!”… Y si, la realidad es que desde muy pequeña tengo esa capacidad de empatizar con el otro y de querer, de alguna forma, aportarle algo positivo a su vida, aunque sea un desconocido, y creo que eso lo perciben los demás.  No es que suceda siempre, ni que yo tenga la solución para los problemas de los otros… pero lo cierto es que en mí existe esa cercanía natural y esa curiosidad desinteresada de conocer lo que hay detrás de las personas y de oir lo que tienen que decir.

Además, me apasionan las historias; las de la ficción y las de la vida real, que muchas veces superan a las primeras.  Me encanta pensar que cada uno es dueño de su destino y que agarrados de Dios pero con la mirada en la tierra, podemos tomar control de nuestras vidas, aún a pesar de las circunstancias. A partir de ahí, el mundo comienza a verse y a moverse desde otra perspectiva.

El coaching ayuda a despertar la conciencia

Esa manera de ver la vida no la tenía tan clara hasta que comence mi proceso para formarme como coach personal o life coach.  El coach personal o life coach es una persona preparada en técnicas avanzadas de comunicación; una persona empática, con capacidad de escucha, que puede ver más que lo aparente en el otro y que está ansiosa por encontrar soluciones;  lo interesante aquí es que el coach no da esa soluciones, sino que provoca que su cliente (o coachee) tome conciencia del camino que quiere seguir y encuentre sus propias soluciones.  El coach actúa como espejo.

Y es precisamente ahí donde comienza el cambio… porque nadie conoce mejor lo que le conviene que quien tiene que vivir con sus decisiones y acciones. Pero a veces es necesario tener a alguien que nos haga tomar conciencia, nos motive a pensar, nos impulse a movernos, y nos acompañe en ese camino de descubrimiento.  Ese alguien es tu coach personal.  Y lo mejor de este proceso es que las dos partes se benefician.  Coach y coachee se enriquecen mutuamente en esta convivencia hacia el logro de metas que al final, se vuelven comunes.

Te invito a vivir un proceso de coaching.  Si querés que conversemos, contactate conmigo aquí.

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